domingo, 28 de junio de 2015

Así es el juego, señores

Yo creo que fui una niña rarita sí o sí. Nunca jugaba con muñecas, casi no tenía porque no me gustaban. Mi madre siempre lo recuerda y añade con algo de tristeza e incomprensión que lo que quería eran puzzles y cuentos. A mi padre ni le pregunto porque seguro que no se acuerda. A veces pienso que han venido los de 'Men in Black' con el aparatito aquel que borraba la memoria y le han flasheado eliminando recuerdos de mi infancia.

Puede que eso de que me gustaran tanto los puzzles fuera una premonición de lo que iba a acontecer en mi destino. Quizás la vida, sin palabras, me susurraba: ve practicando, nena, que a lo largo de tu existencia vas a tener que reconstruir muchas imágenes, historias e incluso personas.
Y así ha sido y así es, pero tengo mano y experiencia y me acaban gustando los retos. Por eso cuando entro en una tienda con infinidad de tonterías, los ojos se me van directitos a los puzzles. Sí, he ido a Tiger (la tienda molona de la que hablé en Facebook) y he salido con muchas cosas que nunca utilizaré, pero que me han parecido bonitas, y con el puzzle de corazón.

200 piezas para que todo encaje y poder recomponer el desastre, recomponer un corazón hecho trizas; no me costará mucho, aunque es más difícil de lo que parece porque todas son parecidas y del mismo color. 200 piezas, el mío tiene más y lo logré. Confieso que siempre es más difícil de lo que parece, solo se necesita tiempo y ganas y vista, y lo más importante: no abandonar. Aunque te estés volviendo loco y veas que nada tienen sentido, aunque pienses que no te han dado todas las piezas y la imagen se convierta en una pesadilla difusa. Si quieres hacer un puzzle, no abandones. Ese es el único truco.

Así es el juego, señores, se necesita paciencia, una buenas dosis de confianza, y un "por mis cojones". Así es la vida, una cajita con miles de piezas revueltas que te endosan de pequeño y tienes que empezar a montar. Sí, algunas partes serán más complicadas que otras, algunas piezas se perderán por el camino y deberás volver a recogerlas, algunas no encajarán por mucho que te empeñes. No te obceques… si no encaja, es que no va a ahí. No la metas a presión que saltará todo por los aires y empezar de cero, a veces, es duro.

Inténtalo hasta conseguirlo. ¿Sabes por qué? Porque tarde o temprano todo encajará. Porque lo mejor de hacer puzzles, de reconstruir fotografías, historias o personas, es el resultado. Respirar hondo y ver que pequeños esfuerzos tienen recompensa, y que la recompensa es bonita, porque la imagen que has creado ha valido la pena… sobre todo cuando se trata de un corazón hecho trizas.

2 comentarios:

  1. escribo tantas veces como sea necesario y verlo publicado el comentario, jejeje, para decirle a la escritora: gracias por tu artículo, tu fragmento narrativo. Es precioso

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  2. jajaj veo que ya has podido publicar el comentario :) Muchas gracias, Montse! Un besazo.

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