domingo, 30 de agosto de 2015

Bueno, bonito y barato. Excusas.

No te las crees ni cuando las dices ni cuando las escuchas. Pero las utilizamos cada dos por tres. ¿Por qué? Porque en el fondo somos muy cobardes y queremos quedar muy bien, ser correctos, corregir el mal. Son excusas que disparas para salir airoso de un aire que no se mueve. Con lo fácil que sería decirle la verdad a la persona que tienes enfrente y te mira con ojitos de gato de Shrek. ¿O no es tan fácil? Quizás no lo sea.

Excusas de bueno, bonito y barato. De tiro porque me toca y au revoir. Excusas del todo a cien, de esas que te abren los ojos y te cierran la boca, sin palabras. Porque… pa' qué.

domingo, 16 de agosto de 2015

Dónde está mi coche

Ya sé por qué no suelo beber, es más, ya sé por qué no salgo mucho de fiesta. Por las consecuencias, porque el whatsapp te recuerda vilmente que enviaste mensajes que no debías, por el día después; hoy siento que he hecho el camino de Santiago en tacones ida y vuelta y, además, esa horrible sensación de estar subida en una noria que gira a toda velocidad. Resacas. Hablemos de resacas. Maldita botella de vino blanco…

Se me cierran los ojos, no sé qué va a salir de este miniartículo. Lo que sé a ciencia cierta es que a lo largo de mis treinta años he padecido dos tipos de resacas. Resacas alcohólicas y resacas emocionales. Las primeras se curan entre sábanas con complejo de arenas movedizas, con agua fresquita y con el paso de las horas. Las segundas solo con el tiempo al tiempo.

lunes, 10 de agosto de 2015

El final es el principio

"¿Qué quieres que te traiga de Rusia?" Me preguntó mi padre hace unas semanas. Iba a decirle que caviar del bueno o un ruso guapetón y pastoso que le diera alegría a mi cuerpo Macarena, pero al final le pedí una Matrioska. Y él, que es muy obediente, y cada vez que se va a conocer otros mundos me trae lo que le pido, pues vino con mi Matrioska envuelta. Más bonita que un sol. Made in Rusia con amor. 

lunes, 3 de agosto de 2015

Despedida de soltera

No, no, mía no. Que ya quisiera mi madre, porque eso significaría novio, anillo, sí quiero, en definitiva, boda y jaleo. Algo que ella sueña y que yo veo lejos; bah, miento, ni siquiera lo veo. Pero a lo que voy, ayer me fui de despedida de soltera. Despedida y soltera, soltera y despedida. Qué palabras más grandes y complejas. Conozco los dos vocablos, así que me he sentido obligada a escribir algo al respecto. Mi cabeza es una noria, tengo miles de letras que me esperan y poco tiempo… pero carraspeo, estiro brazos, me arremango, allá voy.