domingo, 14 de junio de 2015

No eres tú, es el miedo

Un miedo mayúsculo que te hace pequeñito. Un miedo que te invita a falsear sentimientos y a inventar películas de vaqueros sin pistolas para enfrentarte a algo o alguien que te observa fijamente. No eres tú el que ha mirado hacia otra parte, no, es el miedo. Y es que, a veces, encararse a la realidad asusta, y pronunciar una verdad fulminante requiere de una valentía que no siempre tenemos a mano. Y así vamos, entre mentiras y verdades a medias, con medias tintas que no consiguen acabar el relato, que no te dejan ser tú.

Despídete del miedo, por favor, o él hará que te despidas de tus sueños. Despídete del miedo, que vivir con miedo no es vivir y parece que lo obviamos pensando que tenemos mil vidas por degustar. La vida es ya, es ahora, y lo siento, pero no es compatible con el miedo. Vida y miedo jamás formarán el binomio perfecto, jamás irán de la mano. No será más que una piedra que no te deja avanzar y que difuminará la meta que un día te marcaste sin pensar en el invitado sorpresa. 


Vístete de gala y conviértete en el protagonista de tu película, deja de ser un extra que pasa de puntillas por miedo a llamar la atención. Si no estás viviendo la vida que quieres, estás perdiendo el tiempo, es duro, pero es así. Si no te atreves a dar el primer paso te perderás un camino que lleva escrito tu nombre. Si no dices 'sí' ahora que puedes, quizás jamás puedas. No esperes el momento perfecto, por favor, porque si tienes miedo quizás nunca llegue, créalo tú sin miedo a las decepciones, al qué dirán, a ese fracaso que por ahora solo reside en tu cabeza.

Respira hondo y abre la puerta que no paras de mirar aunque no sepas qué se esconde detrás. Arriesga y puede que ganes, puede que vivas como nunca, como siempre imaginaste. Olvídate de esas voces que te impiden alzar la voz. Te aseguro que dentro de dos, cinco o diez años si echas la vista atrás será más duro sentir el arrepentimiento que los miedos que puedas tener ahora. Así que hazlo, lo que sea, aunque te llamen loco, aunque te dejen de llamar. Haz lo que quieras, di lo que sientes, tú eres el único que te puede cambiar la vida.

Y será entonces, cuando te desprendas de ese miedo que te encadena sin cadenas visibles, será en ese instante cuando empieces a reconocer a la persona que se refleja en el espejo. Será entonces cuando no importe el resultado y todo vuelva a recobrar el sentido que siempre tuvo. Si crecer es aprender a despedirse, despídete del miedo, quizás no sea el camino más fácil ni el más transitable, pero es el que más lejos te llevará.

2 comentarios: