domingo, 26 de julio de 2015

No te enamores de una escritora

No te enamores de una escritora si tienes vértigo, si no te gusta volar, si adoras el orden y la normalidad. No te enamores de una escritora si quieres dormir diez horas seguidas, si esperas un te quiero a diario y te apasiona el gris. No te enamores si no te gustan los amaneceres, las tragicomedias y los numeritos de ciencia ficción. No, no te enamores de ella si no eres creativo, si no tienes paciencia y no crees en la magia, porque lo que te espera solo es apto para valientes, ¿por qué? Yo te lo explico.

domingo, 12 de julio de 2015

Por mis cojones

Lo reconozco, lo confieso, entono el mea culpa y me castigo a mí misma al rincón de pensar, pero las cosas como son… hablo con tacos. A ver, que puedo ser muy, muy fina si quiero, pero en mi caos de rutina, de palabras atragantadas y de idas y venidas, los utilizo. "Joder" y "hostia" forman parte de mi vocabulario, incluso a veces, haciendo un exceso de mal gusto y chonismo, digo "hostia puta". A lo loco. Y me quedo más ancha que el cielo.

Tampoco es tan grave, hay realidades peores, como que el 34% de la población española no lee ni un libro al año, y que el 28% lee como muchísimo de dos a cuatro libros (datos del último informe del CIS).

domingo, 5 de julio de 2015

Hasta que la vida nos separe

Ni jugaba con muñecas ni soñaba con boda… que sí, que cuando digo que era una niña rarita es por algo. Sigo siendo rarita, igual sigo siendo una niña. El caso es que de pequeñas, cuando se quiere ser mayor, las niñas suelen fantasear con su boda de ensueño, con lanzar el ramo al aire, con el príncipe azul y el vestido de cuento. Casi todas. Ahora que es tiempo de brindis y de bodas me ha venido a la cabeza una frase que me hace enarcar las cejas en las celebraciones de vivan los novios.