lunes, 18 de enero de 2016

Algo hay que enseñar


Me ha dicho mi amigo que si enseño un poco el culo en las redes sociales, gano seguidores. Pues ahí va foto, y con dedicatoria.

-Para todos los que hablan con la boca llena… de mentiras, y la mirada a rebosar de nada.

-A mi destino. Querido, el día que me beses en la boca y me mires a los ojos te dejo que me toques el culo.

-Para los que no dicen hola por miedo al adiós y a los recuerdos.

-A los que no bailan por si se para la música. Hay que ser tonto.

-A todos los que dicen SÍ cuando quieren decir NO y viceversa. ¿Qué os pasa?

-Para los que se escandalizan cuando ven un culo, cuando hablo de culos, cuando decoro mis textos con "joderes" y "hostias" poco sagradas. Qué falta de decoro.

-A los que hablan de guerras cuando ni siquiera han estado en la batalla.

-A los que no sienten ni padecen. A todos los que no valen lo que duelen y tienen el corazón más frío que una cerveza en un congelador. Quemáis pero no dais calor.

-A los que han pirateado mi novela. Gracias por no valorar mi trabajo.

-A todos los que tienen una florecita en el mismísimo. Como veis en la foto, yo nací sin ella. Maldita sea. A mí me toca currármelo.

Y por último le dedico mi parte trasera:

-A los que nunca se equivocan. A los perfectos con vidas perfectas. Aburridos.

sábado, 2 de enero de 2016

Feliz 2016

Te voy a decir lo mismo que le diría a alguien que quiero. Si ha sido un año bueno: aplaude, sonríe, disfruta, exprime el momento y da gracias. Que no es por ser agonías, pero es que la vida es muy cambiante y nada es eterno por mucho que quieras. Y si el 2015 te la ha jugado, te miro fijamente y te digo: shhhh tranquil@. Los años malos son buenísimos dando lecciones y descubriendo cartas que creías que ni siquiera existían en la baraja, pero el juego sigue, eso también lo enseña un año malo; porque doce meses de toma y daca te hacen más listo, más paciente, más consciente. Doce meses resoplando te enseñan que aún te queda aire dentro. Aire para volar. Aires de cambio.

No ha sido el mejor año de mi vida, ese aún está por llegar. Pero ha sido un año bonito, duro, un año de sorpresas, de decisiones difíciles y aprendizaje continuo, de carreras y esperas, de abrazos sentidos, de noches en vela. Sí, quizás algún día recuerde el 2015 como el año que menos dormí. Quizás. Lo que sé a ciencia cierta es que lo recordaré como el año que empezó todo; ese año mágico que hice sentir, reír y llorar a través de mis líneas, mis historias y mis rutinas. El 2015: mi Séptimo punto y mis lectores, vosotros.

Publiqué mi primera novela empezando de cero y preguntándome: ¿Me leerá alguien? GRACIAS. SOIS MAYÚSCULOS. Gracias por la oportunidad, por comprar 'El Séptimo punto de Selleck' y formar parte de mi sueño, por los ánimos, por ser y estar sin conocerme de nada. Gracias por la cercanía aunque estéis lejos. Sí, también me hacéis sentir, reír y llorar. Me hacéis creer los días nublados.

Así que, a ti que lees esto, te deseo lo que te mereces: un 2016 feliz, optimista y, lleno, llenísimo de salud, pero si el karma se ceba contigo, si los dioses se vuelven contra ti y todo tiene pinta de desembocar en un annus horribilis... no te preocupes. Será el capítulo que más te enseñe, un capítulo que se acabará a las doce y que te llevará de la mano a otro, a un nuevo punto de partida. Lo importante siempre es saber cómo volver a empezar.